Para evaluar el panorama académico y las perspectivas del sector, guía académica entrevistó a Julián Cardona (J.C.), ingeniero electrónico con especialización en telecomunicaciones y tecnologías de la información.
Cardona Castro es presidente de dos organizaciones: la Asociación Colombiana de Ingenieros (Aciem) y la Confederación Panamericana de Ingenierías Mecánica, Eléctrica, Industrial y ramas afines (Copimera).
¿Cómo califica la situación actual del sector?
J.C.: Ha venido evolucionando en los últimos años de manera vertiginosa. El cambio de las telecomunicaciones análogas a digitales y el manejo de la información basada en el protocolo IP (usado en Internet) han traído una revolución sin precedentes para el mundo.
Los usuarios hoy en día pueden aprovechar la convergencia tecnológica, es decir, el proceso mecánico mediante el cual por un mismo canal ya sea fijo o móvil, se puede transmitir voz, video, texto, Internet y muchas otras aplicaciones benefician el desarrollo de los negocios y la calidad de vida de las personas.
¿Cuáles son los perfiles que más buscan?
J.C.: En su mayoría, las empresas contratan ingenieros que posean conocimientos en electrónica y que hayan orientado sus estudios hacia telecomunicaciones fijas y móviles, despliegue e implementación de las redes de banda ancha para la dispersión de sistemas satelitales y televisión digital terrestre.
Con el cambio de las telecomunicaciones en el mundo es importante revisar los programas de ingeniería electrónica y telecomunicaciones en el país para orientarlos a las necesidades y al mercado nacional, porque durante 2011 (en estas dos especialidades) se matriculó aproximadamente el 50 por ciento del total de estudiantes en programas de ingeniería.
¿Tiene Colombia la formación requerida por la industria?
J.C.: El país cuenta con diversas facultades de electrónica que suman 86 programas de ingeniería. Además de lo anterior, en los años recientes, se han abierto carreras dedicadas únicamente a telecomunicaciones.
En foros y congresos, Aciem ha sugerido revisar los programas de ingeniería electrónica con el fin de adecuarlos a las condiciones de mercado, porque Colombia no es un país productor de tecnología electrónica que pueda albergar a egresados preparados con esta única especialidad.
¿Es necesario 'importar' talentos o el recurso humano nacional está calificado?
J.C.: En las tecnologías más recientes, el país requiere que los egresados de pregrado efectúen estudios posteriores para trabajar en tecnologías de punta que hoy se están ejecutando en el plano internacional.
Podemos decir que un graduado requiere, al menos, dos años de práctica y capacitación para poder vincularse de manera eficiente a empresas como Google, Microsoft, Research In Motion (RIM), Apple y otras similares.
El Gobierno Nacional y el Ministerio están impulsando programas para capacitar a dichos profesionales de tal forma que puedan tener la talla y así poder desempeñarse en dichas compañías.
Por tanto hay que revisar los programas académicos para disminuir esta brecha y estar a la altura del estado del arte en tecnología mundial.
¿Es importante la educación no formal en la industria?
J.C.: El hecho que profesionales con maestría o doctorado sean los únicos que pueden acceder a cargos públicos en el sector de telecomunicaciones y tecnologías de telecomunicaciones, es un asunto por evaluar.
En la empresa privada hay libertad de contratación y solo el 12 por ciento, que corresponde al sector oficial, busca egresados de maestrías o doctorado. Para estas empresas son más importantes otros aspectos de índole personal y de adaptación profesional, que la cantidad de estudios o títulos del aspirante.
¿Cómo ve el futuro del sector de tecnología y telecomunicaciones con el TLC con EEUU?
J.C.: El futuro del sector de telecomunicaciones y tecnologías con la llegada del TLC traerá importantes avances, algunos de los cuales ya se están viendo. Por ejemplo, la consolidación bajo una misma marca de Movistar, que permitirá ofrecer servicios empaquetados a sus usuarios.
Otro de los cambios es la adquisición de empresas colombianas por parte de empresas norteamericanas. Como por ejemplo, en el sector de producciones de cables y la llegada de muchos operadores globales que ofrecerán servicios a bajo costo tanto en voz, internet, datos, video y banda ancha, lo cual facilitará e incrementará la competencia en el mercado de telecomunicaciones en Colombia.